push your limits

Chiclana - El Palmar | Por Guille Sierra y Carlos Paloblack


Sábado 30. Preparativos: Tras haber decidido el jueves de esta misma semana la fecha de nuestra partida, buscamos el breve equipaje necesario para el viaje: Mochilas de acampada, sacos de dormir, esterillas, zapatillas cómodas. Comida: anacardos, latas de atún y nueces por doquier. Llenamos las cantimploras, y tras preparar dos bocatas por barba para la jornada siguiente, cenamos en casa de Guille (Chiclana), y nos acostamos esperando ilusionados como nunca el timbrazo a las 7AM.


Domingo 31. El sol entra por la ventana y nos espabila, minutos mas tarde el reloj nos acaba de despertar. Salimos. Son las 7.40AM. Patinamos por carreteras maravillosamente frescas y desiertas para un dia de verano. Llegamos al faro de Roche sobre las 10 de la mañana. Nuestra idea era terminar ahí la primera jornada, pero tras ver lo poco eficaz de nuestro cálculos de espacio-tiempo, decidimos echarle huevos e intentar llegar hasta el palmar. Llegamos a Conil, vendemos el alma al diablo por un mapa de la costa, y finalmente nos orientamos y enfilamos la odiosa carretera del Palmar. Sin arcenes de mas de medio metro cuando los había. En zona de quitamiedos caminamos por la cuneta MUY inclinada. Carajazos varios.


Llegamos a la playa del palmar sobre las 3PM, tras las miles de vueltas buscando orientación a bajo precio, el hambre y el calor. Siesta en al palmar bajo tenderetes de toallas y longs, miradas variopintas e invitación a bbq chill-out por señorita de buen ver. Tarde eterna y reponedora tras los cuarenta y tantos kilometros muy soleados del día. Sobada en la misma playa en sacos de dormir a salvo de luces tras el puesto de los guardacostas. Felices sueños.


Lunes 1. Antes del amanecer nos despiertan las primeras luces del día.Mañana fría y nublada, recogemos el equipaje y tras un frugal desayuno de atun en lata y nueces nos vamos. Comenzamos a patinar y empieza a llover. Sí, el 1 de agosto llovió en el Palmar, la unica vez en todo el verano. Dos horas con un café en un bar del camino, salimos cuando deja de llover. Carretera del Palmar hacia arriba con bolsas amarillas en la mochila para que no nos comieran los veloces aparatejos q nos adelantaban. Llegamos a Conil, el pantalón de guille flaquea; los botones se han roto, se fabrica un tirante con una banda roja y blanca de señalización.


Seguimos pateando tras el amplio rodeo a Conil buscando el supermercado. Comemos en la fontanilla, seguimos pateando. Llegamos las proximidades de roche, y pasamos la tarde entera en una cala pirata sin nadie, pasándonos horas mirando al mar y este en agradecimiento nos regaló un sombrero de vaquero. Pinturas indias en la cara, patas repuestas. Patemos un poco mas, llegamos a la cala del aceite, enorme y tranquila, preparativos breves y caemos en los sacos, listos de papeles. Son las 10.15 de la noche.


Martes 2. Si ayer fue el dia mas frio y desapacible del viaje, hoy gana el calor. Vueltas por roche para ver todas las calas, bastantes km andando por caminos por los que donde nuestras tablas no rodaban. Carretera de Roche, vaya delicia! Lisa y despejada. Seguimos pateando. El calor achucha. Paramos en casa de un amigo comun a pedir agua desesperadamente. Pateada a las dos de la tarde continua y purificante, llegamos a casa sobre las 3. Minutos en la puerta parados, pensando si entrar o seguir pateando más. Aaaaahhhh somos apatalongers!!! comida reponedora de la madre de Guille, descanso y fin. Hemos terminado.


Epílogo: Solo quiero señalar que nos costó una semana volver a adaptarnos a dormir en un cuarto sin ver las estrellas, y sin el vientecito por la mañana. Que los problemillas que nos preocupaban antes de salir se disolvieron en el sudor y el viento. NATURALEZA Y ESTRELLAS!


Álbum completo en FLICKR


Gracias a los apatalongers Guille (@willisander) y Carlos (@carlospalo92) por compartir su aventura! Jau!

1 comment:

Caribbean said...

Da gusto leer estos relatos y ganas de ponerse en marcha con nuevas rutas.

 
Subir