En realidad no se trata de estar en mejor o peor forma (sin desdeñar las ventajas de un buen entranamiento), sino de controlar la cabeza, es con lo que se avanza.
Cuando te da un bajón anímico, de pronto te abandonan las fuerzas. Ya no puedes ni quieres patear, tomas malas decisiones y empiezan los problemas. Algunos ejemplos de momentos en los que te puede dar un arrechucho mental:
- Empieza a soplar el viento en contra de aúpa.
- Te pierdes.
- Te olvidas alguna pieza del equipo en el lugar de la ultima asentada y te das cuenta 20km mas tarde.
- Te caes.
- Tu compañero va mas rápido que tú y no puedes seguirle.
- Tu compañero va más despacio que tú y te frustras.
- Piensas que el próximo pueblo tendrá fuente y no la tiene.
- Lluve.
- Se te gripa un rodamiento y no hay una sombra bajo la que cambiarlo.
- Se está haciendo de noche y no llegas a ningún sitio.
- Has dormido mal y estás cansado.
- Te duelen partes del cuerpo que no sabías que tenías.
- Echas de menos a tu madre :=)
Saber distinguir entre cuando hay que apretar los dientes y seguir, y cuando hay que parar y no obcecarse es lo que tenemos que aprender, y solo lo podemos aprender pateando!
3 comments:
¡Sabias palabras!
Otra situación de desesperación abandonadiza: te tiras un pedo y te cagas encima...
Suele pasar en entrenamientos y carreras largas (no es raro ver algún corredor con el culo marrón en las maratones) y en rutas de trekking de más de dos días en las que bebes de lugares poco fiables.
Así que otra cosa a tener en cuenta para no desesperar: cuidado con los cuescos sorpresa.
Me encanta este blog.
Otro percance habitual y que puede mandarte directo a casa son las ampollas.
Vaselina en los pies (y cajita a la mochila) y nunca estrenar calzado para una ruta.
No sabía eso de los maratones :=)
cierto lo de no estrenar calzado. Añado que se facilita que te salgo calzado si te vienen grandes las zapas.
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